El régimen de la Habana podría estar fomentando una red de inteligencia en España con la intención de lograr mayor influencia en el convulso entramado político de la península. La dictadura cubana estaría usando su embajada en Madrid para vincularse con más de 50 organizaciones y partidos de izquierdas con tendencias separatistas en Cataluña y País Vasco, develó el periódico español ABC. 

Las operaciones del G2 en España estarían a cargo de Armando Guerra Funcasta, agente de inteligencia cubana que está bajo la tapadera de “Primer Secretario de la embajada de Cuba en Madrid”. Este personaje se movió desde Chile después de acusaciones de medios locales sobre su vinculación con grupos violentos en las manifestaciones de esa nación sudamericana. 

La investigación del ABC destacó como segundo al mando a Alfredo Catalá Solé, representante del ICAP (Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos) en España. Por esta razón el medio vincula al espía Fernando González Llort, hoy encargado del ICAP en Cuba. La estrategia del régimen es usar organizaciones “solidarias” para asegurar la legalidad institucional de acciones ilegales encubiertas. 

Estas denuncias ocurren en un marco de rupturas de pactos de gobernabilidad entre el PSOE y Podemos, junto a un desbanque político de Ciudadanos. Podría entenderse que el gobierno cubano intenta fortalecer lazos con partidos nacionalistas del País Vasco y Cataluña al mismo tiempo que podría buscar apoyo a Pablo Iglesias en Madrid.

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