Cuba atraviesa una de las crisis sanitarias más graves de los últimos años, marcada por la expansión acelerada de arbovirosis como el dengue, el zika y la chikungunya, según un reporte reciente citado por diversos medios internacionales. La situación se agrava debido a la profunda escasez de medicamentos, la falta de reactivos para realizar pruebas diagnósticas y las deficiencias en servicios básicos como el suministro de agua potable y la recogida de desechos. Estos factores han creado un escenario propicio para la proliferación del mosquito Aedes aegypti, principal transmisor de estas enfermedades.

Especialistas del sistema de salud han reconocido que la red hospitalaria se encuentra bajo enorme presión, pues a la alta incidencia de casos se suma la carencia de analgésicos, sueros, antibióticos y equipos básicos para manejar pacientes febriles. La falta de reactivos imposibilita la confirmación oportuna de los diagnósticos, lo que obliga a tratar muchos casos solo a partir de síntomas clínicos y no de pruebas, lo que retrasa la contención del brote y eleva el riesgo de complicaciones.

Otro elemento que complica el panorama es la inestabilidad en el acceso al agua. En numerosos territorios, los ciclos de bombeo son irregulares, lo que obliga a miles de personas a almacenar agua en tanques y recipientes improvisados. Esto genera un entorno ideal para la reproducción del mosquito, al mismo tiempo que dificulta las tareas de control vectorial, ya debilitadas por la falta de insumos para fumigación y la reducción del personal encargado de estas labores.

La crisis no solo afecta a la población local. El brote ha alcanzado a extranjeros residentes en la Isla y a periodistas internacionales. Una de las afectadas recientemente fue la corresponsal de CNN en La Habana, quien contrajo chikungunya y comunicó públicamente su experiencia. Su testimonio encendió alarmas dentro y fuera de Cuba, resaltando la magnitud de la emergencia sanitaria y las dificultades para acceder a atención médica adecuada. La profesional alertó también a quienes planean viajar a la isla, subrayando que la situación está lejos de estar bajo control.

Ante este contexto, médicos, activistas sanitarios y familiares de pacientes han pedido mayor transparencia en la información oficial, más apoyo logístico y el restablecimiento urgente del suministro de medicamentos e insumos básicos. Mientras tanto, la población continúa intentando protegerse con los pocos recursos disponibles, en medio de un escenario donde la crisis sanitaria se suma a la ya difícil situación económica y social del país.

Fuente: Periódico Cubano

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