Los cubanos están temerosos por el aumento de los robos en los últimos meses. Yordanka Battle Moré alertó desde La Habana sobre una banda que se mueve por el Vedado.
“Por los alrededores comprendidos entre las calles Línea, Paseo, calle 6 y calle 23, se encuentra operando una mini banda de asaltantes. Son tres individuos, de la raza negra, dos de ellos entre 18 y 20 años, el otro entre los 35 y 40 años”, dijo este martes.
“Modus operandi: Los dos más jóvenes se te acercan para intimidar a la víctima, luego de que esta se espante por el susto, se acerca el tercero ofreciendo ‘protección’ para continuar el camino. Ahí, en cualquier rincón oscuro de esas entrecalles comete el atraco”.
“Una amiga de mi madre le quitaron la cadena en esa zona. A mi propia madre también por poco la atracan a pleno sol, en esa misma zona”, concluyó.
Un cubano contó que fue víctima de esos ladrones. “Mi nombre es Rafael Betancourt y el día 6 de enero me robaron el celular en la calle 6 entre 11 y línea. Los ladrones trabajan en grupo y son tres negros jóvenes, de edades comprendidas entre los 18 y 38 años. El más viejo fue el que me robó y todo ocurrió de la siguiente manera”:
“Me paré a hablar con un señor mayor que conozco y hace guardia en un negocio particular en Línea, entre Paseo y 2 unos cinco minutos y le digo que me haga una perdida al móvil para cuando llegara a la casa registrar su número, pero el primer error que cometo es sacar el celular para comprobar su llamada. Me despedí de él y empiezo a caminar por la misma acera de línea entre Paseo y 2 pero tomo la decisión de cruzar la calle enseguida porque observé que venían dos negros muy jóvenes con aspecto de delincuentes detrás de mí”.
“Cuando cruzo la calle, ellos intentaron llamar la atención gritando cosas como que ellos no eran ladrones y provocando con gestos; mientras tanto el negro delincuente que tiene más de 30 años y no debe sobrepasar los 40 me preguntó si quería venderle la lata de leche condensada que tenía en la mano. Le dije que no era una lata de leche condensada y me preguntó qué había pasado con los de al frente ya que ellos se habían metido con él también”.
“Le expliqué y me dijo que no tuviera miedo que al lado de él no me iba a pasar nada. Caminé con él por Línea, desde el Cupet de Línea y 2 hasta Línea y 6, entonces al doblar por Línea y 6 y caminar sólo unos pasos, él me trató de inmovilizar primero y luego forcejeó conmigo mientras me amenazaba para quitarme el teléfono. Me dijo que me iba a picar y en ese forcejeo logró extraer desde el bolsillo del pantalón mi móvil con la cartuchera que lo guardaba. Se mandó a correr y salió de nuevo a Línea y 6 para encontrarse con sus cómplices y pasarle el teléfono”.
“En ese momento pasaban tres mujeres y un hombre por Línea y 6 pero no me ayudaron y siguieron caminando, sólo una de ellas me dijo 'cáele atrás'. Yo no podía caerle atrás porque ya el ladrón le había pasado el teléfono a los otros dos delincuentes y sólo iba a recibir una golpiza en el mejor de los casos ya que han matado y herido de gravedad a muchos para robarle su teléfono. Yo sólo sufrí un rasponazo en el codo”.
“Este hecho ocurrió el día 6 de enero aproximadamente a las 12:30 a.m., horario en el que yo no debí estar en la calle y menos sacar el celular ya que Cuba dejó de ser un lugar seguro hace mucho tiempo y delincuentes quieren ganar mucho dinero robando. Qué les sirva de lección a todos los que transitan de noche en la calle, no salgan si no tienen una necesidad muy grande. Traten de no salir solos ni con nada de valor ya que la delincuencia se ha incrementado en los últimos tiempos. Cualquier medida que tome para proteger su teléfono es más que válida”, aconsejó.
“Al parecer está el robo a pululu. A mí me robaron dos sillones del portal. En el parqueo del Hospital Amejeiras le robaron un bolso y una mochila a una amiga. En el registro de la propiedad en 10 de octubre se robaron las computadoras, en mi bodega robaron. Cada día hay más robos y la policía en Tras la huella trabajando, sólo ahí”, contó otra cubana.