El mercadito “El Santiaguero,” ubicado frente a la sede del Partido Provincial en Santiago de Cuba, amaneció bajo una fuerte presencia militar y acordonado, tras el asesinato de su custodio, identificado como Miguel Pérez Sánchez. El periodista Yosmany Mayeta Labrada informó desde su página de Facebook que las autoridades han comenzado una investigación exhaustiva, revisando las cámaras de seguridad del área, especialmente las ubicadas en la sede del Partido Provincial y en la cercana clínica Los Ángeles, en busca de pistas sobre los responsables de este crimen.
Miguel Pérez Sánchez, descrito por familiares y conocidos como un “hombre mayor y buena persona,” vivía en la calle Escario de Santiago de Cuba junto a su esposa. La noticia de su asesinato conmocionó a la comunidad local, ya que era conocido por su trato amable y su sentido de responsabilidad en su trabajo como custodio del mercadito. Sin hijos, Pérez Sánchez era uno de los pocos trabajadores que, en medio de la creciente inseguridad, aún custodiaba locales en Santiago.
Este homicidio se suma a una serie de incidentes violentos que han afectado a Cuba en los últimos meses, evidenciando un preocupante aumento en la criminalidad. La respuesta de las autoridades, con la militarización de “El Santiaguero,” refleja la gravedad de la situación y el nivel de alarma que hechos como estos generan en la población. El operativo no solo tiene el objetivo de contener la escena del crimen, sino también de disuadir posibles actos violentos en áreas circundantes, que incluyen importantes sedes gubernamentales y centros de salud.
El incremento de la violencia y los robos en Cuba ha generado una sensación de inseguridad en la ciudadanía, especialmente en zonas urbanas. Los recortes en recursos policiales, las dificultades económicas y la desesperación de algunos sectores parecen estar alimentando esta oleada de criminalidad, que cada vez afecta a más personas. La situación se torna más crítica en Santiago de Cuba, donde los incidentes violentos han generado una creciente preocupación.
Mientras las autoridades continúan revisando el material de las cámaras en busca de los implicados, la comunidad y los familiares de Pérez Sánchez claman por justicia. Este asesinato no solo enluta a una familia, sino que también pone en evidencia el frágil estado de la seguridad en el país.
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