El gobierno de las Bahamas ha rechazado una propuesta de la administración entrante del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para aceptar vuelos de inmigrantes deportados como parte de su plan para endurecer las políticas migratorias.
El primer ministro bahameño, Philip Davis, expresó su oposición a la propuesta en un comunicado oficial. Según Davis, el gobierno revisó cuidadosamente la solicitud antes de tomar la decisión de rechazarla.
“Las Bahamas carecen de los recursos necesarios para implementar un plan de esta magnitud”, declaró Davis, quien reafirmó su compromiso con políticas que prioricen los intereses del pueblo bahamés. Desde la negativa, no ha habido más discusiones entre las autoridades de Nassau y el equipo de transición de Trump.
Un informe de NBC News reveló que las Bahamas no fueron el único país al que se acercó el equipo de Trump. Según el medio, también se contactó a gobiernos del Caribe y América Latina, incluidos Turcas y Caicos, Panamá, Granada, y posiblemente otros.
Esta iniciativa forma parte de los esfuerzos de la próxima administración para cumplir con las promesas de campaña de Trump, quien se comprometió a endurecer el control de fronteras y lanzar una de las mayores operaciones de deportación en la historia de EE.UU.
El vicepresidente electo, JD Vance, estimó que la nueva administración podría deportar hasta un millón de personas por año como parte de su estrategia para revertir las políticas migratorias de Biden.
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