El presidente Joe Biden se reúne con su familia en Camp David este domingo para discutir el futuro de su campaña de reelección. Esto ocurre tras un debate televisado a nivel nacional el jueves que dejó preocupados a muchos compañeros demócratas sobre su capacidad para vencer al expresidente Donald Trump en noviembre, según informaron varias fuentes.
Hasta ahora, los principales líderes del partido han mostrado apoyo público a Biden, incluidos los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton.
No obstante, altos demócratas del Congreso, como los representantes Hakeem Jeffries, Jim Clyburn y Nancy Pelosi, han expresado en privado su preocupación sobre la viabilidad de Biden, aunque públicamente lo respaldan.
A pesar de esto, existe un consenso entre los demócratas de que se debe dar a Biden el espacio necesario para decidir sus próximos pasos en consulta con su familia. "Quienes toman las decisiones son dos personas: el presidente y su esposa", dijo una fuente familiarizada con las discusiones.
Las entrevistas con más de una docena de funcionarios, agentes, asistentes y donantes demócratas revelan un partido en crisis a poco más de cuatro meses de una elección crucial.
A pesar de dar un discurso conmovedor en Carolina del Norte que calmó a algunos de sus aliados, Biden se siente humillado y falto de confianza tras su actuación en el debate, descrita por algunos como incoherente y difícil de seguir.
Las discusiones privadas entre Biden, sus familiares y sus principales asesores se llevan a cabo en un momento crucial para los demócratas, que quedaron impactados tanto por la aparición de Biden como por la frecuencia con la que su línea de pensamiento parecía desviarse.
La campaña de Biden celebró una conferencia telefónica con miembros del Comité Nacional Demócrata el sábado para tranquilizar a los funcionarios del partido y demostrar que su equipo está comunicándose con sus aliados. "Estamos impulsando esto", dijo un funcionario de la campaña.
Los líderes de la Cámara han mostrado apoyo público a Biden, aunque algunos de sus asistentes han expresado dudas en privado. Ian Krager, portavoz de la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, afirmó: "La presidenta Pelosi tiene plena confianza en el presidente Biden y espera asistir a su toma de posesión el 20 de enero de 2025".
Christie Stephenson, portavoz de Hakeem Jeffries, dijo que su jefe “ha dejado claro en repetidas ocasiones, en público y en privado, que apoya al presidente Joe Biden”.
Las fuentes describen tres grupos de demócratas: los que defenderán a Biden bajo cualquier circunstancia, los que están dispuestos a deshacerse de él, y los que están esperando a ver qué hace y cuáles son sus cifras en las encuestas. Es este tercer grupo el que los demócratas están siguiendo de cerca.
Las discusiones entre algunos demócratas incluyen sopesar cuál podría ser el mejor camino para derrotar a Trump: quedarse con un candidato de 81 años o optar por un candidato diferente. Sin embargo, no hay un reemplazo claro y su salida podría desencadenar una sangrienta batalla intrapartidaria.
Los próximos días y semanas serán cruciales para determinar el futuro de la campaña de Biden y el rumbo del Partido Demócrata en una elección decisiva para el destino de la democracia en Estados Unidos.
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