El músico cubano Giraldo Piloto, director de Klimax, recordó este miércoles a su fallecida madre Josefina Barreto y dijo que "merecía más apoyo".
"¡Familia! Hoy se cumplen dos años de la muerte de mi querida madre Josefina Barreto. Unos la conocieron como Mamina, otros como 'La Niña', algunos como la viuda de Piloto, o la hermana de Barreto, pero... ¿saben algo? Logró establecer su propia identidad, con amigos, compañeros de trabajo, alumnos, vecinos y muchas otras personas que la acompañaron en su vida", dijo Piloto en Facebook.
"Los que eran 'De verdad' la apoyaron; otros hicieron como esa imagen de los tres monitos: uno tapándose los oídos, el segundo la boca, y el tercero, quizás los peores, esas personas que se tapaban los ojos".
"Mi querida mamá nos crió con un salario de 198 pesos a tres niños, dos de tres años y medio y yo que tenía cinco años cuando falleció mi papá, y que gracias a su obra, nos llegó siempre el 'apoyo de sus canciones'".
"Ahora que me siento con la responsabilidad de continuar las memorias que escribió nuestra Mamina de mi padre, pregunto una y mil veces: ¿Alguien se dio cuenta que mi padre había muerto en funciones de trabajo y que mi mamá merecía más apoyo? Y ahí es donde me vienen a la mente los dichosos monitos".
"Ella vivió orgullosa de las medallas y distinciones que le dieron. En la Escuela Nacional de Instructores de Arte (ENIA) era imposible que pasara inadvertida. Sencillamente porque era quizás el 'alma' de la escuela".
"Cuando desechaban o 'botaban' a los alumnos de la ENA o Escuela Nacional de Arte, ella se encargaba de hacerle ver a la dirección de la ENIA que debían 'recogerlos' o sencillamente acogerlos como alumnos. Cuando en la ENA era un tabú escuchar música popular o jazz, ella se encargaba de llevar a los mejores músicos populares o jazzistas como profesores a la escuela, u organizaba conciertos donde su hermano 'Barreto' y Frank Emilio Flynn, regalaban Clases Magistrales de Cubanía".
"Allí vi de profesor al padre de Lazarito Valdés, Don Lázaro Valdés (recientemente fallecido) quien fuera pianista del Benny. Los alumnos recordarán a Robertico García que como fundador de Afrocuba engalanaba la cátedra de viento, junto a otros muchos que no recuerdo".
"En el principio de la escuela, los alumnos de guitarra deben recordar a Leopoldina Núñez o a Guyún, pero después a aquel incansable profesor de la barriada de Regla, el queridísimo Bonet. Me llegan recuerdos de escuchar tocando en el aula que mejorcito tenía el piano a uno de los más talentosos pianistas clásicos jóvenes de los años 80s, mi amigo Pedro Pablo Iturralde, pero igualmente a Pepe o Pepito Herrera, que ayudó a muchos alumnos interesados a entender qué era la improvisación".
"Cuando había que hacer 'Planes de Estudios' de piano y acordeón para toda Cuba, allí estaba ella. Cuando debía convertirse en jurado de Festivales de Aficionados, se le veía con ese espíritu que compartía con su hermana Rosita Pérez u otras que la memoria no me permite olvidar como Cuky Nicola o María Caridad Fernández Yera, la Cuky, que defendió ante todos de absurdas posiciones criticables y despreciables de los tiempos que le tocó vivir".
"Nuestra Mamina se iba y hospedaba junto a los alumnos en las barracas del campamento de Palo Seco en la Isla de la Juventud cuando teníamos las famosas en aquel tiempo 'escuelas al campo'; se metía a recoger toronjas, a desyerbar, a bañarse en condiciones que quizás nunca tuvo que hacer o defecar en las letrinas más sucias que jamás he visto y no había actividad cultural que se organizara en la ENIA que ella no fuera la responsable de convocarla".
"Con una voz privilegiada, la vida le jugó una mala pasada y tuvo que ser operada dos veces de tiroides, pero esas solo fueron dos de las siete operaciones que tuvo que soportar, con ese mal, llamado cáncer, que tantos países ricos hubieran podido erradicar, si en vez de utilizar el dinero en armas lo dedicaran a la raza humana".
"A pesar de eso, tuve la inmensa dicha de invitarla a cantar en dos de los discos de Klimax, en programas de TV, en festivales, y me siento orgulloso de su musicalidad, de su entereza, del amor que nos regaló, de las clases que no sólo impartía a la familia después del trabajo, sino la que compartía entonces con compañeritos vecinos como Pomares o Nadiescha, y con los alumnos de la ENIA que invitaba a la casa a escuchar los maravillosos discos de jazz de la envidiada discoteca de jazz que teníamos".
"¿Quién nos enseñó casi todo a mis hermanos y a mí? Fue Doña Mamina. La persona capaz de hacer que la Música de mi padre perdurara en nuestra memoria cuando el tocadiscos de la casa se rompió en los años 70s. La que se encargaba de cantarnos todo el repertorio de Piloto y Vera que se conocía y el que además era inédito; la que nos explicaba cada foto de mi padre, los diplomas, las distinciones, las cartas.... lo tengo todo, porque ella fue capaz de hacer que todas esas cosas trascendieran y se convirtieran en bandera familiar".
"Mi querida Mamina. Qué la luz de tu espíritu nos siga iluminando, y que los infatuos, ateos o incrédulos me perdonen, pero desde hace muchos años creo que existe otra dimensión después que concluye nuestra estancia en el plano terrenal, y que hoy muchas personas se sientan protegidas por la misma persona que admiraron en vida, me convierte en el hijo más orgulloso de Doña Josefina Barreto. EPD. Amén", concluyó el músico cubano Giraldo Piloto en Facebook.