Raúl Clejer Esteris, un joven de 24 años, falleció este miércoles en la prisión “Bungo 11”, ubicada en el municipio de Contramaestre, Santiago de Cuba. Las autoridades comunicaron a su familia que la causa de la muerte fue un infarto, pero los familiares han manifestado dudas y sospechan que pudo haber sucedido algo diferente, según información compartida en la página de Facebook del periodista Yosmany Mayeta Labrada.
"Nos dijeron que murió por un infarto, pero él no era una persona enferma ni tenía ninguna condición previa", afirmó un miembro de la familia, reflejando la incredulidad y el dolor que ha generado su muerte. La familia también informó que, inicialmente, les dijeron que Clejer había fallecido en el Policlínico de Contramaestre. Sin embargo, sostienen que esto no es cierto, ya que habría muerto en el propio campamento penitenciario.
Allegados y otros reclusos de la prisión han comentado que el joven presentaba signos de golpes y una pierna visiblemente hinchada antes de su muerte. La familia, por su parte, ha denunciado públicamente estas condiciones y ha expresado su sospecha de que pudo haber recibido una golpiza, lo cual sería incompatible con la explicación oficial de un infarto.
Raúl Clejer Esteris estaba recluido en el campamento “Bungo 11”, anteriormente un espacio destinado a la educación preuniversitaria en el campo. Su hermano, José Antonio Esteris Fernández, conocido en el barrio de Altamira como “Tití,” es una figura reconocida en la comunidad, donde suele organizar eventos musicales y prestar sus equipos para las fiestas comunitarias y actividades escolares.
El fallecimiento de Clejer Esteris ha causado una gran conmoción en su barrio, donde amigos y vecinos se han reunido alrededor de la vivienda de la familia en Altamira, esperando el cuerpo del joven para ofrecer sus condolencias. Hasta la madrugada, el féretro aún no había sido trasladado a su hogar, donde será velado por sus seres queridos.
Mensajes de apoyo y condolencias han inundado las redes sociales de quienes conocían a Raúl, expresando la tristeza de la comunidad por esta trágica pérdida. La familia ha hecho un llamado para que se investigue a fondo el fallecimiento del joven, asegurando que las circunstancias descritas no corresponden a la versión oficial.
La comunidad de Altamira y otros activistas locales exigen respuestas sobre esta muerte en custodia, aludiendo a un patrón de fallecimientos bajo condiciones sospechosas en cárceles de Santiago de Cuba. La incertidumbre y el dolor de la familia se suman a un creciente número de denuncias de presunta agresión y negligencia en centros penitenciarios de la región.
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