Miles de cubanos en Estados Unidos poseen el formulario I-220A, una orden de supervisión emitida por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), pero que no se reconoce como un parole. Esto impide que puedan acogerse a la Ley de Ajuste Cubano para solicitar la residencia permanente. En esta situación, muchos cubanos esperan por una resolución que les permita avanzar en su proceso migratorio.
Con la llegada de Donald Trump a la presidencia, surgen dudas sobre el futuro de estas personas al manifestar su intención de endurecer las políticas migratorias. En este contexto, la congresista cubanoamericana María Elvira Salazar ha reiterado su compromiso de impulsar soluciones para quienes tienen el I-220A. Salazar, quien ha sido una firme defensora de los derechos de esta comunidad, ha indicado que podrían presentarse “buenas noticias” en los próximos meses.
En una reciente entrevista, Salazar explicó que, aunque no hay garantías de un cambio inmediato, se ha mantenido en contacto con líderes republicanos para buscar alternativas legales. De hecho, Salazar cuenta con el apoyo de figuras influyentes en el Congreso, y su propuesta de una Ley Dignidad busca reformar el sistema migratorio, ofreciendo soluciones a quienes, como los cubanos con I-220A, han llegado al país buscando un futuro mejor.
Para los cubanos en esta situación, el abogado José Guerrero destaca que, si bien no existe certeza de que se apruebe un parole general, la posibilidad de que Trump acceda a evaluar su caso, con el respaldo de un Congreso republicano, podría darles una oportunidad. Guerrero señala que el papel de Salazar como mediadora es fundamental y confía en que ella continuará defendiendo a esta comunidad ante el nuevo gobierno.
El abogado también recomienda a los cubanos que mantengan sus casos al día y cumplan con todas las citas programadas con ICE o los cortes de inmigración, ya que la asistencia a estas audiencias es crucial. Aunque no hay una confirmación oficial de que el parole para los portadores del I-220A se haga realidad, muchos observan con esperanza los próximos pasos del Congreso y la administración.