El reconocido actor y director estadounidense Rob Reiner y su esposa, Michele Singer Reiner, fueron hallados muertos el domingo en su residencia del área de Los Ángeles, en un caso que ha sacudido a Hollywood y al público internacional. Ambos presentaban heridas de arma blanca.

Horas después del hallazgo, la policía arrestó y fichó a Nick Reiner, de 32 años, hijo menor del matrimonio, bajo sospecha de asesinato. El jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, informó en conferencia de prensa que el sospechoso fue detenido tras las primeras diligencias en la escena. Posteriormente, las autoridades indicaron que permanece bajo custodia sin derecho a fianza, mientras continúa la investigación.

De acuerdo con la versión oficial, agentes respondieron a una llamada de emergencia la tarde del domingo y encontraron los cuerpos sin vida de la pareja. Por el momento, la policía no ha revelado detalles sobre un posible móvil ni ha precisado cómo se desarrollaron los hechos. Tampoco se ha informado si Nick Reiner cuenta con representación legal.

La muerte de Rob Reiner ha provocado una ola de consternación en la industria del entretenimiento. Con una trayectoria que abarca varias décadas, Reiner se consolidó como una de las figuras más influyentes del cine estadounidense de los años 80 y 90, tanto delante como detrás de cámaras. Dirigió y produjo películas emblemáticas que marcaron a generaciones y lo convirtieron en un referente de Hollywood.

Nick Reiner, por su parte, ha hablado públicamente en el pasado sobre sus problemas de adicción, que comenzaron en la adolescencia. En una entrevista concedida a People en 2016, relató que llegó a vivir en la calle durante semanas y que pasó por múltiples procesos de rehabilitación desde los 15 años. Esa experiencia personal fue la base de la película “Being Charlie” (2016), dirigida por su padre y coescrita por él mismo, donde se aborda la lucha de un joven contra las drogas y la dificultad de encontrar tratamientos eficaces.

En entrevistas previas, Rob Reiner reconoció el impacto emocional que supuso llevar esa historia al cine. En declaraciones al Los Angeles Times en 2015, admitió que revivir esas vivencias fue doloroso, pero necesario. Tanto él como Michele Singer Reiner señalaron entonces que la película reflejaba su frustración ante programas de rehabilitación que no lograban ayudar a su hijo.

Mientras la investigación avanza, las autoridades han pedido cautela y respeto por el debido proceso. El caso sigue abierto y se esperan nuevos detalles en los próximos días, en medio de un clima de conmoción, duelo y expectativas por el esclarecimiento de una tragedia que ha dejado una profunda huella en el mundo del cine.

Fuente: NBC News

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