Busco en la Rae la definición de una palabra con la que quiero titular esta nota “seboruco”. Según los entendidos ibéricos el vocablo, en Cuba refiere a una piedra y enfatizan en el diente de perro, pero también recogen que en la isla se utiliza como epíteto en una “persona que da muestra de poca inteligencia”.

Dicho lo anterior, veamos la foto:

Para los que no conozcan el sitio, el edificio que se ve detrás del “seboruco” de cemento, es la sede de la embajada de Estados Unidos en La Habana. Para quienes me lean de regiones distantes “el intento de monumento” es la imagen de la bandera cubana, la intención de tanto gasto de material pétreo, está clara, el gasto por supuesto no es lógico en un país con un déficit habitacional de más de 900000 mil viviendas.

En Twitter corre el rumor de que el cemento se ha gastado a borbotones pues el primer “monumento” que fundieron no encajó correctamente y hubo que hacer uno nuevo.

En Facebook, la imagen se ha llevado estos comentarios:

Frank Hart “Para mí horrible, hubiese preferido el monte de la bandera, quisiera saber quién fue el artista o el arquitecto de la idea”

Ana Gloria Marrero “Como se gasta dinero en este país mientras muchos hoy no tienen un techo donde cobijarse y muchas necesidades básicas que pasan por alto”.

Gisselle González Hernández “Lo que no se puede perdonar es que gasten dinero y materiales de construcción cuando tantas familias han perdido sus viviendas en derrumbes, en medio de esta pandemia incluso. Cuidar al pueblo también es honrar la bandera”

Roberto González “No me gusta opinar mucho de estas cosas pero, cuánto costará esta idea, recuerdo que cuando se ideó la plaza antiimperialista ( cómo le llamaban) Fidel dijo que había costado tres millones de dólares y que no importaba que lo criticaran, ¿recuerdan verdad? De aquella no queda nada, ahora otra idea que puede que sea costosa también, ¿no creen qué hay otras cosas que priorizar en Cuba?”

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