Un grupo de sacerdotes cubanos de la religión Yoruba publicó la víspera en la madrugada la Letra del Año 2022, así como también algunos consejos para enfrentar el nuevo período.

La ceremonia, que reúne a practicantes al culto de Ifá consagrados y de gran experiencia, constituye una de las tradiciones más arraigadas para los creyentes.

Según indica, Obbatalá, uno de los siete orishas principales del panteón yoruba, regirá en el 2022 para quienes siguen esta creencia en la Isla.

La Asociación Cultural Yoruba de Cuba informó los detalles que recogen las “Predicciones de Ifá para Cuba y el mundo”, con un grupo de consejos que son de importancia para los creyentes de este sistema religioso.

Obbatalá, conocido como el “dueño de las cabezas”, es una de las deidades supremas en la también llamada Santería, es el padre de todos los hijos en la tierra, creador de los seres humanos y todo lo que habita en el planeta, así como la mayoría de los dioses africanos.

Se manifiesta en lo blanco como símbolo de paz y pureza, y es, además, el de mayor jerarquía y autoridad entre los orishas.

De acuerdo con la Letra del Año publicada, el signo regente será Babá Eyiogbe, donde nacen los ríos, los vasos sanguíneos y la linfa, la dispersión de los idiomas y la gran consagración de Orí.

“Ningún gorro puede ser más famoso que la cabeza”, “la cabeza lleva al cuerpo y un solo rey gobierna al pueblo”, “todo lo tengo y todo me falta”, “rey muerto rey puesto”, “es un error no aprender de los errores cometidos”, y “mientras hay vida, hay esperanzas”, son algunos de los refranes de la Letra que llama a atender las enfermedades de los vasos sanguíneos y la linfa, los problemas cardiovasculares, los trastornos del sistema nervioso, los padecimientos respiratorios, el reumatismo, aquellas de transmisión viral y transmisión sexual, y otras relacionadas con la ceguera y la columna vertebral.

En tanto “sugiere la organización de todos los sistemas de la vida” y recomienda elevar actitudes y valores como la paciencia, la serenidad, la humildad y sencillez ante los problemas de la cotidianidad, a evitar la soberbia y las malas formas.

Por otro lado, llama a velar por el cuidado de la higiene y las medidas sanitarias para evitar la propagación de enfermedades contagiosas, prestar mayor atención en el hogar a la educación de los niños y jóvenes, establecer acuerdos favorables para las políticas migratorias a fin de evitar pérdidas humanas, cuidar y fomentar los programas de protección materno infantil, y atender a los adultos mayores, entre otros.

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