Las quejas de cubanos residentes en La Habana ante los enormes cúmulos de basura en las aceras y calles, siguen generando debates en redes sociales, donde los usuarios publican imágenes del deterioro en la ciudad.

El cantautor Erick Sánchez Rodríguez publicó el domingo una fotografía del basurero en las calles Libertad y Goicuria, de la barriada de Santo Suárez, asegurando que tenía capturas desde hace cinco años de la esquina en iguales condiciones.

“Ahora ni siquiera traen el vagón Ampirol, ya vienen de vez en cuando con un buldozer y recogen, la acera no existe, está destruida por La manipulación de estos aparatos”, denunció el artista en redes sociales.

“El tránsito de autos es complicado porque la basura puede abarcar más de la mitad de la vía. Roedores y moscas por todas partes. ¿Quién es el responsable de todo esto?”, cuestionó Sánchez, quien dijo esperar un “milagro” para solucionar el problema.

“Cómo resistir creativamente esta situación si ni siquiera hacemos cumplir la ley. Ayúdenme a compartir una vez más esto por favor, a ver si un milagro baja”, agregó. La publicación de Sánchez motivó las quejas de otros internautas que también se animaron a compartir imágenes de desperdicios acumulados en las calles de la capital cubana.

“Belascoain y San Miguel, eso lleva más de 15 años”, aseguró una usuaria al publicar su foto. “Al lado de mi casa se pone igualito, pero, cuando vivía en el Cerro, allá por los 90, igual. Eso es un mal que nos acompaña desde hace muchossss añossss”, expresó otro.

“Toda la ciudad...país, es un basurero”. “Que bárbaro... así están en toda la ciudad… en las esquinas de El Vedado ya no hay aceras. Solo pequeñas depresiones de los cargadores”, son otras de las quejas que pueden leerse tras la publicación del trovador.

En agosto, un artículo de la prensa oficialista cubana sugería que La Habana no contaba con ninguna estrategia a corto plazo para solucionar el problema de la basura en las calles, al tiempo que intentaba descargar responsabilidad en la disciplina ciudadana.

“La ciudad se ve sucia en muchas partes, sobre todo donde la afluencia de público es multitudinaria y la disciplina social muestra poca disposición para contribuir, al menos, a que en las calles haya menos estropicio del existente”, dice.

De igual modo, apuntaba que “en países del primer mundo navegan los recursos para sus servicios comunales, pero nadie se atreve a arrojar con disimulo o en franco desparpajo no ya una lata de refresco o cerveza, ni siquiera la envoltura de un mínimo caramelo”.

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