Expertos alertan sobre la imposibilidad de pronosticar a largo plazo la epidemia de chikungunya en Cuba
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 6 de diciembre de 2025
La doctora en Ciencias María Eugenia Toledo Romaní, investigadora del Instituto de Medicina Tropical “Pedro Kourí” (IPK), advirtió que en Cuba no es posible realizar pronósticos de largo plazo sobre la evolución del chikungunya. Según explicó, se trata de la primera exposición masiva del país a este virus, lo que impide anticipar con certeza cómo avanzará la actual ola epidémica.
Sus declaraciones fueron difundidas por Cubadebate tras una emisión de la Mesa Redonda dedicada a los arbovirus. Toledo Romaní presentó evidencias internacionales y datos nacionales para ofrecer un panorama sobre lo que puede esperarse de la enfermedad. Recordó que, aunque hubo reportes aislados en 2015, principalmente en Santiago de Cuba, la magnitud y el comportamiento actuales son inéditos para la Isla.
La especialista comparó la situación con el dengue, cuyo patrón permite hacer proyecciones más precisas. En contraste, para el chikungunya solo es posible prever tendencias de corto plazo, sin capacidad para estimar cuándo concluirá la epidemia.
Toledo Romaní explicó que la epidemia no ocurre en un vacío. Entre 2020 y 2024, más de 119 países y territorios reportaron brotes de chikungunya. En Cuba, factores de riesgo particulares agravan la situación: alta susceptibilidad poblacional, tasas de ataque elevadas, envejecimiento demográfico con comorbilidades, movilidad interna e internacional creciente, y coexistencia con otras arbovirosis como el dengue.
A esto se suman limitaciones en el control vectorial, incluida la fumigación parcial, y problemas socioeconómicos, ambientales y de higiene urbana, que dificultan frenar la transmisión y reducen la capacidad de respuesta frente a infestaciones masivas. La investigadora destacó que el incremento de casos desde la semana 40 coincidió con el reinicio del curso escolar, cuando aumenta la concentración de personas en áreas con presencia del mosquito transmisor.
Aunque se espera que futuros brotes no alcancen la magnitud de la ola actual, la movilidad de la población podría generar focos aislados difíciles de controlar.
El Ministerio de Salud Pública reportó recientemente 33 fallecimientos por enfermedades transmitidas por mosquitos: 21 por chikungunya y 12 por dengue, en su mayoría menores de edad. Paralelamente, el Observatorio Cubano de Conflictos y la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba documentaron al menos 87 muertes vinculadas a la epidemia en diferentes provincias.
Toledo Romaní enfatizó la importancia de la atención médica oportuna para un diagnóstico preciso, especialmente en un período con infecciones respiratorias y posibles coinfecciones. Asimismo, llamó a reforzar la vigilancia epidemiológica y a mantener acciones continuas de control y saneamiento, ya que ningún método aislado garantiza resultados efectivos frente a la expansión del virus.