La situación actual de la única fábrica de papel sanitario en Cuba es bastante complicada, ya que sus niveles de producción no alcanzan ni siquiera para satisfacer la demanda de su más importante cliente, el sector del turismo.

“La Empresa de Productos Sanitarios (Prosa) no pasa por un buen momento”, admite un reporte del diario oficialista Granma. La instalación, situada en la periferia de la ciudad de Cárdenas, en Matanzas, enfrenta diversos problemas que atentan contra el alcance de sus planes productivos.

Al llegar al lugar, no se escucha el ruido de las máquinas, describe el rotativo. “Estamos casi parados”, comenta un viejo trabajador a la entrada de la fábrica. Sin embargo, al igual que el gobierno ante la crisis, Manolo González García, gerente general de la Empresa, pone de manifiesto su optimismo y voluntad.

“Tratamos de salir de esta incómoda situación, aquí no nos damos por vencidos”, dice. La empresa es única de su tipo en el país, con la responsabilidad de sustituir importaciones que entraña, y no solo se ocupa de la fabricación de papel higiénico, sino de servilletas, pañuelos faciales, minijumbos y toallas.

González García explica que la empresa asume la fabricación y comercialización de las diferentes gamas de papel tisú para la venta al mercado en MLC y a entidades del sector del turismo. Pero, en 2022, apenas pudieron elaborar unos 16 millones de rollos de papel sanitario para su comercialización en CUP.

La Empresa de Materias Primas pudo cubrir la demanda en solo 2 000 toneladas de recortería de papel de desecho, cantidad que acabó siendo muy insuficiente para fabricar los 55 millones de rollos de papel ecológico previstos en el plan de la entidad matancera.

A las limitaciones con la materia prima nacional, se suma la falta de financiamiento para importar los volúmenes requeridos. La llegada de un volumen de materia prima para producir el llamado papel lujo, en el primer trimestre de este año, cubrirán las necesidades del turismo y distribuirán pequeñas cantidades para su venta en MLC, declaró González García.

También destacó las garantías de recibir cierta cantidad de materia prima nacional para hacer unos cuatro millones de rollos de papel ecológico en estos meses iniciales de 2023. La ingeniera Leslie Reyes Álvarez, gerente de Logística, dijo que gasta una gran cantidad de tiempo "detrás de la materia prima".

“Lo cierto es que hoy el mercado está desabastecido de papel higiénico, y eso obliga a correr detrás de la materia prima, que la mayoría de las veces llega con demasiada demora, lo cual nos pone contra reloj para cumplir de algún modo con nuestros clientes”, aseguró.

Las gestiones para traer el producto hasta la planta son igualmente complicadas. “Muchas veces el retraso es incluso de las propias navieras, porque ese producto semielaborado procede de lugares muy distantes, y eso conlleva realizar no pocos trasbordos hasta llegar al Mariel”, explica.

“Desde allí hasta Prosa es también otro eslabón que no deja de ser importante, y que en ocasiones falla. Como alternativa apostamos por el traslado del producto en tren; vía más económica que, sin embargo, no siempre sale bien”, agrega.

La joven afirmó que, al momento de la entrevista, llevaban más de 15 días esperando por cinco contenedores "embotellados" en Jovellanos, debido a problemas con la locomotora. “Esa tardanza entorpece nuestros compromisos con los clientes”, lamenta.

Por otro lado, las fallas en el flujo de producción y paradas productivas; provocan interrupciones y afectación al salario de los trabajadores. Operarios de la planta no entienden que “no aparezca el financiamiento para nosotros y, sin embargo, hay entidades que importan el producto terminado, que les sale mucho más caro que si se lo compraran a Prosa”.

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