Francia es la 6ta economía del mundo y cuenta con 57 reactores nucleares, pero _al igual que Cuba_ ahora se prepara para ‘apagones programados’. No, la guerra de Ucrania no es la razón. Del mismo modo que la isla del Caribe, la razón es un sistema de generación eléctrica vetusto y mal atendido.

Según el Gobierno francés, los apagones iniciarían en el peor momento: el invierno de enero. El plan contempla cortes eléctricos “intermitentes” y rotatorios de hasta dos horas en los períodos picos de mayor demanda de energía en la mañana y la tarde, si la generación resultara insuficiente.

Según el portavoz del gobierno francés, Olivier Veran, hasta 6 millones de personas se verían afectadas al mismo tiempo, casi el 10% de sus 70 millones de habitantes. Las autoridades dijeron que las personas sujetas a apagón recibirían notificaciones con tres días de antelación.

Se prevé que las escuelas y servicios de trenes sufran los apagones, aunque no los hospitales, cuarteles de policías o bomberos. La mayor preocupación es que durante los cortes de luz dejen de funcionar los celulares, teléfonos fijos y la Internet debido a que las antenas que distribuyen esas señales funcionan con electricidad y podrían fallar.

Según Eusebio Val, corresponsal en París del diario español La Vanguardia, la crisis de energía ha venido gestándose por la deficiente gestión de los últimos gobiernos, independientemente de su signo político. El país, que siempre se preció de su potente industria nuclear, tiene ahora paralizados casi una veintena de sus 57 reactores atómicos. 

“La actual penuria se debe a la falta de previsión y al envejecimiento de sus reactores nucleares. Muchos de ellos presentan problemas de corrosión y fisuras en sus estructuras. Los trabajos para repararlos se han demorado, en parte por una reciente huelga de técnicos”, escribió Val. 

Ahora mismo Francia está dando marcha atrás a un plan originalmente destinado a reducir la dependencia del sector nuclear. En un giro de 180 grados, ahora construir reactores modernos y más eficientes, pero el programa de reemplazo llevaría tiempo y por ahora el país está importando electricidad de España, Alemania y el Reino Unido.

En un intento por calmar a la ciudadanía, el Presidente Emmanuel Macron prometió que los apagones se podrían evitar con un plan de ahorro consciente. 

Sus palabras no parecen haber calado lo suficiente para contrarrestar el desaliento ciudadano: “Francia, por los suelos”, resumía el diario conservador Le Figaro.

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