Un grupo de diez balseros cubanos en proceso de asilo en Islas Caimán logró desarmar el dispositivo electrónico de monitoreo que los mantenía localizados ante las autoridades de Control de Aduanas y Fronteras (CBC, por sus siglas en inglés) y se fugó este 4 de abril.

Una nota de Cayman News Service refiere que las últimas señales de los dispositivos se recibieron en el Departamento de Comunicaciones de Seguridad Pública la noche del pasado domingo y se desconoce desde esa fecha dónde están.

De acuerdo con el rotativo, las autoridades de Islas Caimán tienen la obligación de estudiar las solicitudes de asilo y procesarlas o deportar a aquellos que no pidan refugio a su país de origen.

Las dos posibilidades tardan y, como resultado, el Gobierno está en el deber de brindar apoyo a los migrantes en tanto permanecen supervisados por la agencia de control fronterizo.

El CBC añadió que los cubanos no son "prisioneros y no tienen restricciones de movimiento" y que trabajan con otras agencias, entiéndase también la Guardia Costera, para investigar lo que sucedió.

Por otro lado, el Gobierno caimanés explicó que aloja a los migrantes en la comunidad con dispositivos electrónicos debido a que no cuenta con un centro de detención que cumpla con los estándares de derechos humanos.

Tras la fuga de los cubanos, añade la nota del diario, se puso en marcha una investigación para evaluar la tecnología de monitoreo electrónico y los procedimientos que emplea la Seguridad Pública.

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