La esposa de uno de los dos jóvenes pilotos cubanos que llegaron el sábado a Cayo Hueso, en el estado norteamericano de Florida, tras escapar de la isla a bordo de un ala delta con motor, aseguró que ambos se encontraban “bien” y “tranquilos”.

“Estoy más tranquila, por lo menos ya el hablar con él me ha consolado, me ha dado un poco de paz”, dijo en declaraciones a Telemundo, Yaneisy, esposa de David López Alfonso. López y su compañero, Ismael Hernández Chirino, se encuentran en el Centro de Transición de Broward, en Pompano Beach, dijo el mismo medio.

Apenas llegaron los migrantes a los Cayos de Florida, ambos fueron detenidos y puestos en manos de la Patrulla Fronteriza. “Están tranquilo, están seguros, que no han tenido ningún percance y los han tratado muy bien”, dijo la esposa de López desde Cuba.

El mayor temor que Yaneisy enfrenta ahora, es el de la posible deportación y las consecuencias que podrían significar para los jóvenes. “Ellos van a ir preso de por vida, de por vida. Todo por buscar la libertad”, aseguró.

De igual modo, descartó que su esposo mantuviera vínculos con el ejército cubano. “Para poder trabajar como piloto, son cosas que no se saben, pero todos para iniciarse tienen que ser militar, de una manera militar. Aquí no se puede hacer como civil”, sostuvo.

Reveló que tienen dos hijos pequeños y la falta de alimentación había llevado al padre a la desesperación. “Pasamos lo más básico que uno pueda pasar, es lo más básico, el tú poder tener alimentación para tus pequeños (...) al no ver eso, él se desesperaba muchísimo”, explicó.

“Fue una locura todo lo que hicieron, pero maravillosamente les salió bien y están bien”, dijo. Los jóvenes pilotaron un ala delta del tipo "Trike", que tenía matrícula CU-U-1619 y prestaba servicios en el sector del turismo en el área de playas del Este, en La Habana.

“Aquí los tenían sin trabajar, y eso era a lo único que ellos se dedicaban, ellos eran pilotos de vuelos comerciales”, indicó la esposa de López. Las autoridades de la isla confirmaron la salida de los dos jóvenes a bordo de “un equipo de aviación ultraligero”, además de calificar el acto como una “franca violación del espacio aéreo cubano”.

“Y en un hecho tipificado como robo, el hecho tiene como autores a los pilotos desertores David López Alfonso e Ismael Hernández Chirino. El despegue fue realizado a las 08:05 (hora local), desde la costa norte, en el reparto residencial Tarará”, señalaron.

“El Club de Aviación de Cuba denuncia este hecho y transmite a las autoridades internacionales correspondientes su desacuerdo con hechos como estos y solicita se aplique a estos individuos las sanciones correspondientes a la gravedad del caso y la devolución del equipo sustraído”, dijo un comunicado de la entidad gubernamental difundido por medios oficialistas.

“Si a ellos los regresan el problema que se van a buscar no tiene palabra, no se compara con nada. El problema que se van a buscar va a ser gigantesco, no van a poder ser nadie más nunca en su vida”, lamentaba Laura Hernández Chirino, hermana de Ismael.

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