El mundo de la música latina atraviesa uno de sus momentos más dolorosos con la muerte de Luis Antonio “Papo” Rosario, una de las voces más queridas y representativas de El Gran Combo de Puerto Rico. El cantante falleció este viernes a los 78 años debido a complicaciones de salud, apenas seis días después del fallecimiento de Rafael Ithier, fundador y director histórico de la legendaria orquesta.

La coincidencia de ambas pérdidas ha generado una profunda conmoción entre músicos, seguidores y amantes de la salsa en todo el mundo.

La familia de Papo Rosario confirmó la noticia mediante un emotivo comunicado en redes sociales, donde expresaron que el artista “ha partido a continuar su baile en el cielo”. También señalaron que murió rodeado de sus seres queridos y agradecieron las múltiples muestras de cariño recibidas durante su enfermedad, solicitando respeto y privacidad para atravesar el duelo.

Nacido el 4 de abril de 1947 en Santurce, San Juan, Rosario mostró desde muy joven una inclinación natural por la música. Mientras estudiaba en la Central High, comenzó a forjar su camino artístico integrando diversas orquestas locales, experiencia que le permitió desarrollar una voz potente, un estilo propio y una presencia escénica inconfundible. Ese recorrido lo llevó, el 26 de enero de 1980, a incorporarse oficialmente a El Gran Combo de Puerto Rico, donde sustituyó al coreógrafo Mike Ramos.

Durante casi cuatro décadas, Papo Rosario fue pieza clave del éxito sostenido de la agrupación. Junto a Charlie Aponte y Jerry Rivas conformó uno de los tríos vocales más sólidos e influyentes de la historia de la salsa. Su energía sobre el escenario, su sonrisa constante y su conexión con el público lo convirtieron en un referente indiscutible del género y en uno de los rostros más reconocidos de la “Universidad de la Salsa”.

En 2017 se retiró de los escenarios debido a severos problemas de espalda, y en 2019 El Gran Combo anunció oficialmente su salida, tras hacerse público que enfrentaba una dura batalla contra el cáncer. Aun así, su legado musical siguió vivo en cada presentación, grabación y recuerdo compartido por generaciones de salseros.

La muerte de Papo Rosario, unida a la reciente partida de Rafael Ithier, marca un capítulo especialmente triste para El Gran Combo y para la música caribeña. Dos pilares fundamentales se despiden casi al mismo tiempo, dejando un vacío inmenso, pero también una herencia cultural que seguirá sonando, bailándose y celebrándose por siempre.

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