Utilizando la ironía un cubano advierte de lo frágil del bloqueo en algunos sectores de la economía de la isla, como es el caso de las exportaciones que decide priorizar el gobierno de la isla.

“Un verdadero gesto de solidaridad, exportar nuestros recursos para que los pobres del Primer Mundo (Canadá) puedan disfrutar de ellos...Nosotros nos conformamos con arroz y croqueticas...”, señala Jorge Luis Torres Morejón.

“Y entonces triunfó la revolución y sus enemigos pasaron a ser los únicos en poder fumar el mejor tabaco, tomar el mejor ron, comer las mejores langostas....la lista es interminable”, dice el activista Chucho del Chucho, donde la publicación alcanza cientos de comentarios.

Para Vero Chambless, emigrar les ha servido a los cubanos para poder acceder a productos nacionales que de vivir en la isla ni soñar con probarlos.

Mientras, Lázaro Penton señala que el cubano de a pie no tiene derecho a comerse una langosta un buen pescado ni un buen bistec de res, aunque sean productos de creación nacional, porque las delicias de Cuba solo están disponibles para la burguesía de la cúpula y y los turistas y extranjeros en otros países.

Otro cubano, usa una imagen para demostrar que las langostas no es lo único que exportan: ¡me pregunto si los cubanos tienen miel de abejas, porque aquí en Toronto, la miel de abeja cubana sobra!

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