El equipo Cuba de béisbol Sub 23 que discutirá un cupo para el campeonato mundial de esa categoría, llegó a México en la mañana de este jueves, después de recibir a principios de mes un sermón político de los voceros del programa oficialista Con Filo.

Los jóvenes viajaron a la ciudad de Aguascalientes para competir en el Campeonato Panamericano Sub-23 de Beisbol 2022, a celebrarse del 10 al 19 de junio. La selección está dirigida por Armando Johnson e integrada por 22 atletas, los cuales fueron recibidos por el embajador de Cuba en el país norteamericano, Marcos Rodríguez.

El equipo debió realizar su primera práctica al final de la tarde, previo al congresillo técnico que definirá el calendario oficial de la lid, informó el diario deportivo oficialista Jit. En total, ocho equipos disputarán cuatro cupos al campeonato mundial.

Las selecciones de Puerto Rico y República Dominicana llegarían el viernes tras resolver cuestiones de visado. Johnson dijo que, solo cuando conozcan el programa de competencia, definirán la rotación del pitcheo y la alineación abridora.

Algunos de los integrantes del equipo son los receptores Andrys Pérez y Alfredo Fadraga, los lanzadores Naykel Cruz y Marlon Vega, y el jardinero Yoandri Guibert.

Los peloteros del equipo Sub-23 y el Sub-15 se reunieron con los voceros de Con Filo en un encuentro propiciado por el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER). “El INDER y el Programa "Con Filo" se unen para darle un sermón político a los beisbolistas cubanos que participarán en los pre-mundiales sub-15 y sub-23 de Venezuela y México a principios de junio próximo”, denunció el periodista deportivo Francys Romero en Twitter.

“Con esta actitud, se sigue incitando a la emigración”, aseguró el reportero, compartiendo además una imagen del encuentro, donde se distingue de perfil a Michel Torres Corona, presentador de Con Filo y sobrino del cantante cubano Kiki Corona.

Actualmente, el béisbol cubano vive una auténtica crisis con muchos de sus talentos emigrando prácticamente con una frecuencia semanal. En el pasado campeonato mundial Sub 23, celebrado en septiembre en Sonora, México, 12 jóvenes —la mitad del equipo— abandonaron el equipo, una fuga sin precedentes en la historia de ese deporte.

El propio Romero comentó, a raíz de las deserciones, que este “será recordado como el Mundial de los ‘abandonos’”. El anterior récord era de 9, en 1996, y ello contando todas las competiciones internacionales de béisbol en que participó Cuba ese año. En el torneo juvenil de México, las 12 fugas ocurrieron en el transcurso de solo 12 días.

Por su parte, el INDER echó la culpa a Washington del éxodo. La institución del régimen dijo que la anulación del acuerdo entre la Federación Cubana de Béisbol y la MLB, decidida durante la administración del expresidente Donald Tump, impidió “realizar sueños por la vía natural, habilitada para el resto de los países” y estimuló “el tráfico de atletas en defensa de intereses políticos, ajenos al bienestar y la tranquilidad de la familia cubana”.

Asimismo, la televisión cubana definió la escapada de los jóvenes peloteros como “uno de los escenarios más hostiles” en la historia del movimiento deportivo en el país, e insistió en achacar los sucesos a “inescrupulosos traficantes de personas”.

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