Desde enero de 2024, un total de 402 cubanos han atravesado la selva del Darién, una peligrosa ruta migratoria entre Panamá y Colombia, según informó Migración Panamá. Esta cifra forma parte de un total de 174.513 personas que han utilizado este corredor para llegar a Estados Unidos durante el mismo periodo.

La mayoría de los migrantes provienen de Venezuela, con 113.244 personas cruzando la selva en estos meses. Otros países de origen significativos incluyen Ecuador (12.300), Colombia (11.219), China (10.348) y Haití (9.980). Los 402 cubanos que han realizado este peligroso trayecto representan una tendencia a la baja en comparación con años anteriores. En 2023, 1.124 cubanos cruzaron el Darién, una cifra ya reducida respecto a los 5.961 que lo hicieron en 2022.

Si las cifras actuales se mantienen, la cantidad de migrantes que transiten por el Darién este año no alcanzaría los 520.000 que se registraron en 2023, pero podría superar los 248.284 de 2022. Solo en los primeros seis días de junio de 2024, 4.499 personas han entrado en la selva, de las cuales 901 son menores de edad.

La situación podría cambiar drásticamente con la promesa del presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, de cerrar el paso de emigrantes a través del Darién. Mulino, quien asumirá el poder el 1 de julio, ha declarado que su gobierno, en colaboración con Estados Unidos, trabajará para cerrar este corredor migratorio y repatriar a los migrantes. "Vamos a cerrar Darién y vamos a repatriar a todas estas personas como corresponda, respetando los derechos humanos", afirmó Mulino durante su campaña.

El Darién es conocido no solo por sus difíciles condiciones geográficas, sino también por la presencia de diversas organizaciones criminales. Estos grupos no solo abusan de los migrantes, incluyendo agresiones sexuales, sino que también cobran sumas significativas para permitir el paso a través de las zonas que controlan. Hasta la fecha, ni Panamá ni Colombia han implementado medidas efectivas para combatir el crimen organizado en esta región.

El aumento en el número de migrantes que intentan cruzar el Darién antes de la implementación de las políticas de Mulino es una posibilidad real. Los migrantes podrían intentar aprovechar las últimas oportunidades para cruzar antes de que el nuevo gobierno tome medidas más estrictas.

La reducción en el número de migrantes cubanos que atraviesan el Darién puede estar relacionada con varios factores. Entre ellos, las políticas migratorias más estrictas en países de tránsito y destino, y las condiciones económicas y sociales dentro de Cuba que pueden estar afectando la capacidad de las personas para emigrar. La disminución de los flujos migratorios cubanos a través del Darién también podría reflejar una mayor conciencia de los peligros asociados con esta ruta, así como un incremento en las medidas de control migratorio en la región.

La situación en el Darién sigue siendo una preocupación importante tanto a nivel humanitario como de seguridad. La promesa de Mulino de cerrar el paso y repatriar a los migrantes plantea preguntas sobre cómo se gestionarán los derechos humanos y las necesidades de aquellos que buscan un futuro mejor fuera de sus países de origen. La colaboración internacional y las políticas integrales serán esenciales para abordar los desafíos complejos que presenta esta crisis migratoria.

La comunidad internacional, incluidas organizaciones de derechos humanos y agencias de ayuda humanitaria, sigue vigilando de cerca la situación en el Darién. Es imperativo encontrar soluciones que no solo aborden las preocupaciones de seguridad y soberanía de los países involucrados, sino que también respeten y protejan los derechos y la dignidad de los migrantes.

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