En un estado que castiga la homosexualidad con la pena de muerte, las parejas gays podrán tomarse de la mano, abrazarse y besarse abiertamente en la Copa Mundial, pero muchos temen que las represalias se desaten tras el pitazo final del último partido. 

Qatar había prohibido inicialmente las muestras públicas de afecto, pero tras una serie de reuniones con la FIFA el Emirato del Golfo aceptó una moratoria temporal en su rígida política contra la homosexualidad. Tras el acuerdo, las autoridades qataríes determinaron que el Departamento de Seguridad Preventiva no procederá a realizar arrestos mientras dure el evento internacional. 

Después que concluya la Copa Mundial, no hay nada seguro. Muchos activistas temen que se desatarán represalias contra miembros de la comunidad LGBTQ+ y que quienes disfrutaron de la libertad temporal durante la fiesta del fútbol serán castigados, como es habitual. 

Y los castigos son severos. Entre 2019 y 2022 la organización Human Rights Watch documentó 6 casos de palizas violentas y repetidas y 5 de acoso sexual contra miembros de la comunidad homosexual. 

El escritor y activista británico Peter Tatchell aseguró al MailOnline que en Qatar cualquier persona puede ser acosada por la policía en un centro comercial simplemente por “parecer” homosexual. "Hay informes de personas LGBT+ atrapadas usando aplicaciones de citas gay y que luego terminan muertas en asesinatos por 'honor' por parte de sus familias", dijo. 

Por eso, muy pocos se creen el repentino cambio de las autoridades del Emirato en lo referente a la homosexualidad y sospechan que después de que cierren los estadios buscarán a los qataríes que hayan dado muestras de afecto público y los castigarán por haber “avergonzado” al país. 

Una mujer lesbiana de 30 años lo explicaba así en la prensa británica: "Disfrutaré la Copa del Mundo como otros fanáticos, pero no me verán abrazando a mi novia en Doha. De ninguna manera”.

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