Un perro con rabia agredió el lunes a una persona y a varios otros canes en el campo de pelota de Santa María del Rosario, del municipio habanero del Cotorro, adonde se dirigió tras escapársele a su dueña.

Las autoridades sanitarias de la capital cubana reportaron el incidente este jueves en una nota informativa, la cual señala que la propietaria del animal había notificado el 5 de diciembre que el perro presentaba síntomas de la enfermedad.

Sin embargo, según el comunicado emitido por la Dirección Provincial de Salud La Habana, el can escapa ese mismo día, llegando a la referida instalación donde agrede a la persona y otros perros.

“Alrededor de las 3:00 pm los especialistas de zoonosis proceden a recoger el animal para realizar la observación por 10 días en el centro de observación animal, acción estipulada en el programa de rabia y en la Ley de bienestar animal”, expone la entidad.

Los especialistas recogieron al canino “que se encontraba con deterioro notable de su salud”. También se ocuparon de uno de los perros agredidos “que su dueño decide entregar por voluntad propia”.

Este último fallece y se le realiza su estudio en el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kouri, resultando positivo a rabia. “Se mantienen todas las acciones de control de foco para proteger la salud de las personas y los animales del lugar”, asegura la entidad.

El año pasado, el Ministerio de Salud Pública (Minsap) señalaba que en Cuba existe riesgo de infección por rabia debido al número de personas lesionadas que se reportan anualmente y la circulación del virus en diferentes especies animales.

Entre 2020 y 2021, se reportaron al menos cuatro casos de rabia humana, personas lesionadas por perros y gatos que no acudieron al sistema de salud oportunamente. “De ahí que es importante ante cualquier lesión por un animal, lavar la herida con abundante agua y jabón y asistir a la institución de salud más cercana a la mayor brevedad posible. Además de mantener las mascotas saludables, vacunadas y evitar que deambulen por las calles sin control”, advertía el organismo estatal.

“Cuando observe en los animales cambios de conducta, signos o síntomas de enfermedad; informe a las autoridades de salud o de sanidad animal, de esta forma contribuye en las actividades de prevención y control de enfermedades zoonóticas. El trabajo colaborativo entre las instituciones, profesionales veterinarios y la población logrará acercarnos cada día más al objetivo de poner fin a las muertes humanas por rabia transmitida por perros para el año 2030”, concluye.

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