El FBI advirtió sobre los planes de protestas armadas en todo el país y en las inmediaciones del Capitolio a partir del próximo sábado. Es probable que las amenazas de disturbios se extienden a días después de la investidura de Biden como presidente 46 de Estados Unidos.

Los efectos políticos de los sucesos del 6 de enero fortalecen las decisiones sobre la seguridad nacional. Para contrarrestar la amenaza de un levantamiento nacional el Pentágono autorizó el despliegue de 15 mil efectivos de la Guardia Nacional. El país asistirá a la toma de posesión más militarizada de la historia del país. 

El FBI disparó las alarmas ante la amenaza de un grupo armado que “han advertido que si el Congreso intenta sacar al presidente (Trump) por la vía de enmienda 25 ocurrirá un gran levantamiento”, develó la agencia. 

Las probabilidades de que el poder legislativo pase al “impeachment” son altas. El día de hoy se ponían los puntos finales al documento para iniciar en las próximas horas un juicio político contra Trump por incitar a la insurrección. 

Pareciera que una escalada de violencia fuera inevitable en la mayor democracia occidental. El mudo observa sorprendido el avance de los acontecimientos. Biden llegará al poder el día 20 acompañado de amenzas de terrorismo doméstico como ningún otro mandatario americano en el siglo XX o XXI.

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