En las redes sociales exponen con evidencias la situación de los camiones en que la Empresa Forestal en Holguín, transporta a los trabajadores que participan en la cosecha de café.

La denuncia aparece en el grupo El Reportero eres tú, cubano, publicada por el abogado Manuel Viera, quien es conocido por sus reclamos públicos al régimen y sus dirigentes en frecuentes ocasiones.

Así explica los hechos:

Lo que verán a continuación en fotos, se corresponde al estado técnico de los medios de transporte de la Empresa Forestal de Mayarí, a estos vehículos suben personas casi a diario para ser transportadas a la cosecha de café y se mueven también bienes diversos, madera, posturas de café entre otros por las peligrosas montañas holguineras. Hoy a ellos no se suben choferes sino verdaderos kamikaze cubanos que deben reparar estos medios sacando recursos propios de su salario para no perder su trabajo, pues una parada representa ser declarado "interrupto" o enfrentar un proceso de disponibilidad que ante el actual ‘ordeñamiento’ pondría a pasar todavía más hambre y necesidad a varias familias con números niños.

Para circular por esa zona montañosa se requiere de buenos frenos no estos con bandas desgastadas al máximo, se requiere de neumáticos con agarre suficiente para subir y bajar lomas, no estos que parecen hojas de papel.

Es sabido que en los almacenes de las unidades militares de la propia zona y aún más allá en los almacenes militares de Baraguá se almacenan por cientos los neumáticos nuevos como estos para la hipotética y preventiva "guerra de todo el pueblo" pues un buen número de los vehículos militares utilizan las mismas partes y piezas que necesita esta empresa para proteger la vida de sus trabajadores en la "guerra real de todo el pueblo" que debe ser producir.

Hago un llamado a las autoridades cubanas para que tomen urgentemente cartas en el asunto, cada día ponen en riesgo injustificadamente la vida de hijos de esta patria, personas humildes del pueblo, mientras sus Guas, Ladas y Mercedes andan a todo dar. ¡Sé que estas cosas no salen en los noticieros! ¿Qué es necesario esperar para que se percaten ustedes mismos de estas cosas, que ocurra una desgracia?

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