La comunidad cubana en Estados Unidos reaccionó con fuerza luego de que autoridades del Departamento de Cumplimiento de la Ley (ICE) detuvieran en Miami a Iván Quintero Millán, un cubano de 72 años, acusado de haber mantenido relaciones sexuales con un menor de edad que pertenecía a su propia familia.
Aunque el informe oficial no detalla el tipo de vínculo familiar, el caso genera una ola de indignación, especialmente en redes sociales, donde muchos califican el hecho de “imperdonable” y piden castigos más severos para este tipo de delitos.
De acuerdo con la información disponible, ICE ha intensificado en los últimos meses la detención de personas registradas como “depredadores sexuales”, incluyendo cubanos que, aun habiendo cumplido largas condenas, vivían en libertad bajo estrictas restricciones. Varias de estas personas están siendo deportadas hacia Cuba o, en la mayoría de los casos recientes, hacia México, lo que ha causado interrogantes entre los propios migrantes. “¿Y por qué los mandan a México? No entiendo”, comentó una usuaria, reflejando una preocupación compartida.
Las reacciones del público no se hicieron esperar. Algunos celebraron la detención: “Muy bien, eso es lo que tienen que hacer”, mientras otros destacaron que este tipo de casos sí justifican medidas drásticas como la deportación o incluso la cadena perpetua. “Los niños no se tocan, esa felonía no se debe perdonar”, escribió otra comentarista. Varios usuarios coincidieron en que estos individuos representan un verdadero peligro, y que deberían recibir la pena máxima, sin importar su edad o nacionalidad.
Otros, sin embargo, aprovecharon para denunciar lo que consideran una mala ejecución de las políticas migratorias actuales. “Están deteniendo a personas trabajadoras que luchan día a día para salir adelante”, expresó una mujer, señalando que muchos cubanos con documento I‑220A —sin antecedentes criminales— han sido arrestados injustamente. Para ellos, aseguran, la situación es completamente distinta a la del acusado Quintero Millán.
Entre comentarios indignados, burlas, llamados a la justicia y críticas al sistema migratorio, un sentimiento en común destaca: la protección de los menores debe ser prioridad absoluta. Muchos usuarios piden que los recursos se enfoquen en capturar a verdaderos criminales, y no a migrantes que viven de su trabajo.
La noticia ha reavivado el debate sobre la deportación, la seguridad comunitaria y los límites de la justicia para quienes cometen crímenes contra niños.
Fuente: Javier Díaz
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