Más de 600.000 cubanos han solicitado acceder a la ciudadanía española desde La Habana bajo la Ley de Memoria Democrática, una cifra que supera ampliamente todas las proyecciones iniciales y que ha puesto en evidencia las limitaciones del sistema consular español en la Isla.
La información, publicada por el medio independiente 14ymedio con datos obtenidos del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, confirma que el interés entre los descendientes de españoles en Cuba ha sido mucho mayor de lo previsto. La Ley de Memoria Democrática, aprobada en octubre de 2022, abrió la puerta para que hijos y nietos de españoles nacidos fuera del país pudieran optar por la nacionalidad sin necesidad de residir en España.
Aunque el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE) había calculado inicialmente unas 350.000 solicitudes en La Habana, las cifras finales duplicaron esa estimación. El total supera los 600.000 expedientes, incluyendo tanto las solicitudes formales como las peticiones de cita, que constituyen el grueso del volumen pendiente.
Actualmente, unas 350.000 personas en Cuba ya poseen ciudadanía española, mientras que más de 400.000 expedientes se encuentran a la espera de una convocatoria para continuar el proceso. Esta acumulación histórica amenaza con colapsar la capacidad operativa del consulado español, que desde hace años enfrenta problemas de personal y recursos.
La presidenta del CGCEE, Violeta Alonso, advirtió que completar todos los trámites podría tomar “muchos años”, ya que la infraestructura disponible en La Habana resulta insuficiente para manejar un flujo tan elevado en tan poco tiempo. La demanda se disparó especialmente en los días previos al cierre del proceso el 22 de octubre, generando largas filas, dificultades para obtener citas y un retraso que continúa creciendo.
El inusitado interés por la ciudadanía española responde a múltiples factores: la profunda crisis económica en Cuba, el deterioro de los servicios básicos, la falta de oportunidades laborales y la creciente emigración hacia cualquier destino que ofrezca estabilidad. Para muchas familias, acceder a un pasaporte europeo representa una vía para emigrar legalmente, reunirse con parientes, o simplemente abrir la puerta a un futuro más seguro.
La magnitud de las solicitudes cubanas también ha sido una de las más altas entre los países beneficiados por la Ley de Memoria Democrática, lo que muestra la fuerte conexión histórica entre ambas naciones, pero también la desesperación de cientos de miles de cubanos que buscan una salida a la crisis interna.
Mientras el consulado trabaja a un ritmo limitado para procesar los expedientes, persisten las quejas por demoras, falta de información y la imposibilidad de obtener nuevas citas. Madrid, por su parte, no ha anunciado aún si reforzará el personal en La Habana para enfrentar el desafío administrativo.
Fuente: 14ymedio
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