Pocas horas después de que el Partido Comunista de Cuba (PCC) informara que su XI Pleno se limitará a una única jornada en línea debido a la “compleja situación” nacional, el Consejo de Estado decidió aplicar un ajuste similar a la Asamblea Nacional del Poder Popular, que sesionará el 18 de diciembre solo por videoconferencia y en un formato abreviado.
La Asamblea tenía previsto un programa más extenso, pero la modificación confirma que incluso los órganos superiores del Estado están operando con agendas reducidas. La decisión fue adoptada en una sesión ordinaria del Consejo de Estado, encabezada por Esteban Lazo, en un contexto marcado por apagones prolongados, escasez de combustible, inflación elevada y creciente descontento entre la población. Según el Gobierno, la severidad del momento obliga a contener gastos y concentrar esfuerzos.
La medida se suma al recorte aplicado al XI Pleno del PCC, inicialmente planificado para dos días y que finalmente se realizará solo el 13 de diciembre, también de manera virtual. La dirección del Partido justificó el cambio alegando la necesidad de mantener a los principales dirigentes trabajando directamente “en la base” y la intención de disminuir gastos materiales y financieros.
Sin embargo, en redes sociales muchos ciudadanos cuestionaron la efectividad de estas reuniones y reclamaron acciones concretas para enfrentar la crisis, en lugar de más citas formales sin resultados visibles.
Durante la sesión del Consejo de Estado también se evaluó el avance del llamado “Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía”, que el oficialismo presenta como un mecanismo de participación popular. Según cifras divulgadas, el proceso acumula más de 6.300 reuniones y cerca de 13.000 propuestas. No obstante, la población continúa esperando medidas capaces de aliviar la situación cotidiana.
En su sesión virtual del 18 de diciembre, los diputados deberán analizar y aprobar varios decretos-leyes, así como la nueva Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación y el cronograma legislativo de 2026.
Para muchos cubanos, más allá del contenido de las leyes, el mensaje central que deja este nuevo recorte es simbólico: un país donde ni siquiera el Parlamento puede sesionar con normalidad, mientras la ciudadanía enfrenta apagones repentinos, carencia de gas para cocinar y un deterioro general de las condiciones de vida.
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