En una publicación en Facebook el periodista Alberto Arego expuso la creciente indignación de los cubanos frente a la gestión del Ministro de Salud, José Ángel Portal Miranda, ante la epidemia de chikungunya y dengue. Bajo el título: “¡No hablen tanto y actúen!”, Arego recoge la voz de los ciudadanos que denuncian que, pese a los discursos oficiales, los problemas persisten y se agravan en los barrios.
Según los comentarios, la fumigación en muchos sectores no se realiza, los basureros aumentan y las aguas albañales corren libremente por las calles, creando condiciones ideales para la proliferación del mosquito transmisor.
Los hospitales no cuentan con suficientes medicamentos y recursos, y los ciudadanos se sienten desprotegidos y abandonados. “El colapso es alarmante y el discurso vacío sigue, las reuniones inútiles siguen, mientras la gente muere”, señala la publicación de Arego, reflejando un sentimiento generalizado de desesperanza.
Usuarios como Hilda Pantoja destacan que la alimentación insuficiente debilita al pueblo: “Cuando la población reciba el alimento necesario, estará más sana y fuerte”. Otros, como Gloria Elena Méndez Cruz, critican la falta de infraestructura y control: “Hace falta inspectores que trabajen y ordenen. Si aparecieran estímulos por zonas, se cuidaría más y la vagancia disminuiría”. Odalys Veloso denuncia que en Florida, Camagüey, llevan un mes sin agua para 72,000 habitantes, situación que agrava la falta de higiene y aumenta la vulnerabilidad ante virus.
Comentarios como los de Isabel Diéguez y Leonor Ruiz Morgado reflejan la alarma de los ciudadanos: barrios enteros sufren fiebre, sin atención ni fumigación, mientras la población se siente como “ganado abandonado a su suerte”.
Moreno Sánchez responsabiliza directamente al ministro, señalando que prioriza viajes y contratos en el exterior en lugar de atender la crisis sanitaria. Diana María Mier Quintanilla subraya la necesidad de humildad y de estrategias coherentes: “Basta de parches y justificaciones. Acaben de poner en práctica una estrategia funcional donde la mentira no prevalezca”.
El clamor general es claro: los cubanos exigen medidas concretas, fumigación efectiva, infraestructura sanitaria adecuada y atención integral a los enfermos. La publicación y los comentarios reflejan un descontento profundo y un pedido urgente de acciones reales, dejando en evidencia que las palabras y discursos no son suficientes mientras la población continúa enfrentando hambre, enfermedades y abandono.
Fuente: Alberto Arego
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