El preso político cubano Yosvany Rosell García, quien se ha convertido en un símbolo de resistencia frente a la represión del régimen en Cuba, recibió la visita de sus tres hijos según informacón del sitio Cubanos por el Mundo.
Tras más de 40 días en huelga de hambre, su vida está en grave peligro, un extremo que refleja la brutalidad del sistema carcelario cubano y la falta de respeto a los derechos humanos de quienes se atreven a expresar su disidencia.
La prolongada medida de protesta emprendida por García tiene como objetivo denunciar la injusticia de su encarcelamiento, que comenzó tras su participación en las históricas manifestaciones del 11 de julio de 2021.
El reencuentro con sus tres hijos, después de tanto tiempo separado de ellos, fue posible gracias a la presión ejercida por la ciudadanía y la visibilidad que se le dio a su caso. Su esposa, Mailin Sánchez, compartió en redes sociales la emoción del momento y agradeció el apoyo que, según ella, contribuyó a que las autoridades carcelarias permitieran este encuentro.
Durante la visita, se le permitió a García recibir un suero de hidratación, decisión que buscaba proteger su vida ante el riesgo de un colapso inminente debido al ayuno prolongado. Este gesto refleja, a la vez, la delicada situación de salud en la que se encuentra y la determinación del preso político de mantener su protesta.
Sin embargo, la incertidumbre sobre su evolución sigue siendo alta. Su supervivencia depende aún del control y las decisiones de quienes lo mantienen bajo custodia, un contexto en el que la negligencia y la crueldad han sido evidentes desde el inicio de su encarcelamiento. La comunidad cubana dentro y fuera de la Isla ha seguido de cerca su situación, exigiendo al régimen que cese este castigo y que libere a quienes, como García, se encuentran en prisión sin haber cometido ningún delito.
El caso de Yosvany Rosell García no solo expone la grave crisis de derechos humanos en Cuba, sino que también visibiliza la fortaleza de quienes resisten frente a la opresión. Su huelga de hambre, aunque peligrosa, ha logrado llamar la atención internacional sobre la situación de los presos políticos en Cuba y ha generado acciones de protesta y solidaridad en diferentes partes del mundo.
Este episodio demuestra que la lucha por la libertad y la dignidad puede mantenerse incluso en las circunstancias más extremas, y que la presión colectiva puede, aunque de manera limitada, abrir espacios para que se respeten derechos fundamentales.
Fuente: Cubanos por el Mundo
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