El gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva expresó este domingo su rechazo a los recientes bombardeos realizados por Estados Unidos e Israel contra instalaciones nucleares en Irán, calificándolos como una amenaza grave para la paz y una violación del derecho internacional.
En un comunicado difundido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Brasil condenó “con vehemencia” las acciones militares que —según afirma— vulneran la soberanía iraní y ponen en riesgo la salud de la población civil por la posibilidad de contaminación radioactiva. El gobierno brasileño instó a una salida diplomática inmediata al conflicto en Medio Oriente.
“El agravamiento de la situación puede generar daños irreversibles para la estabilidad regional y el régimen global de no proliferación nuclear”, advierte la nota oficial. También se criticaron los ataques cruzados contra zonas densamente pobladas, los cuales han dejado víctimas civiles y han afectado infraestructuras básicas, incluyendo hospitales.
La administración Lula reiteró su posición a favor del uso pacífico de la energía nuclear y rechazó cualquier intento de proliferación armamentista en áreas con alta inestabilidad, como Medio Oriente.
En declaraciones al medio brasileño UOL, el principal asesor internacional de Lula, Celso Amorim, advirtió que “nunca vio un momento tan tenso como este” y aseguró temer una posible Tercera Guerra Mundial si se conectan los actuales conflictos de Ucrania y Medio Oriente. “Ambas guerras pueden converger en una sola gran crisis global”, sostuvo.
Aunque aclaró que hablaba a título personal, Amorim también cuestionó la estrategia estadounidense al afirmar que “están empujando a otros países a buscar armas nucleares como mecanismo de defensa, lo cual incrementa el peligro”.
La crítica de Brasil ocurre un día después de que el presidente Donald Trump confirmara públicamente que EE.UU. bombardeó tres instalaciones nucleares clave del programa iraní, en una operación que el Pentágono describió como la más ambiciosa de su tipo. Trump advirtió que podrían venir ataques “aún más contundentes” si Irán no opta por el diálogo.
Las relaciones entre Brasil e Israel también atraviesan un punto crítico. En febrero pasado, Lula comparó la ofensiva israelí en Gaza con el Holocausto, lo que provocó un fuerte rechazo del primer ministro Benjamín Netanyahu, quien lo declaró “persona non grata”.
A nivel internacional, Lula ha sido criticado por su aparente cercanía a gobiernos autoritarios. En el caso de la guerra en Ucrania, se ha mostrado más alineado con Moscú que con Kiev, evitando condenar de forma contundente la invasión rusa.
En mayo pasado, su participación en los actos del Día de la Victoria en Moscú generó malestar diplomático. Kiev advirtió que ese gesto podría interpretarse como una “provocación” y amenazó con reducir sus relaciones bilaterales con Brasil.
Fuente: EFE
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