El presente ya es contundente: en el torneo “Leyendas & Prodigios” que disputa en Madrid, Faustino Oro ha conseguido su primera norma de Gran Maestro y, además, ha superado la barrera de los 2500 puntos de ELO, una marca que lo coloca oficialmente en la órbita de la élite mundial. Con apenas 11 años, 11 meses, y con varias rondas todavía por jugar, el argentino rompe esquemas y deja en claro que lo suyo no es casualidad, sino el comienzo de una carrera que promete marcar época.
En Argentina, la tierra donde nació y creció Lionel Messi, parece que el talento para conquistar el mundo no se limita al fútbol. Desde hace un tiempo, este niño prodigio está despertando una revolución silenciosa en otro escenario: el ajedrez. Muchos ya se preguntan si estamos frente a un “Messi de los tableros”, por la manera en que ha irrumpido en competencias internacionales y la velocidad con que progresa.
Los resultados hablan por sí solos. En el propio torneo madrileño ha vencido a reconocidos Grandes Maestros como José “Pepe” Cuenca, David Lariño y Alan Pichot, sumando puntos decisivos que lo llevaron a firmar la ansiada norma. Antes, en el Puigpelat Open 2024, firmó una actuación histórica con 8 puntos de 9 posibles, derrotando al GM Yuri Solodovnichenko y empatando nada menos que con Alexei Shirov, con un rendimiento cercano a los 2600. En el Sharjah Masters, uno de los torneos más exigentes del calendario, derrotó al GM Mahammad Muradli (2603) y se mantuvo invicto durante siete rondas, mostrando un nivel que desbordaba cualquier expectativa para su edad.
A ello se suma su consagración como el Maestro Internacional más joven de la historia, alcanzado con apenas 10 años, 8 meses y 16 días, al imponerse en una partida decisiva frente al FM Alex Villa Tornero. Y como si fuera poco, en el terreno virtual dejó huella al derrotar en una partida bullet (un minuto por jugador) al propio Magnus Carlsen, el número uno del mundo, un logro simbólico pero igualmente resonante para alguien que apenas empieza a escribir su historia.
Lo que más sorprende de Oro no es solo la cantidad de marcas que derriba, sino la madurez y serenidad con que enfrenta cada desafío. En un juego que exige cálculo frío y visión estratégica, combina disciplina con frescura y creatividad, atributos que lo acercan a los grandes genios que transformaron el tablero en arte.
Hablar de "un nuevo Messi" puede sonar apresurado y riesgoso, porque las comparaciones suelen pesar. Pero la metáfora tiene fuerza: así como Messi cambió la historia del fútbol, Faustino podría escribir un capítulo inédito para el ajedrez en su país. El camino es largo, con miles de horas de estudio y presión pero por lo hecho hasta ahora se puede afirmar que este pequeño gigante mueve sus piezas hacia la historia.
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