La filtración de nuevas fotografías relacionadas con el asesinato del reguetonero cubano José Manuel Carbajal Zaldívar, conocido artísticamente como El Taiger, ha provocado una ola de indignación entre sus seguidores, familiares y colegas del género urbano. Las imágenes, difundidas esta semana por varios medios tras ser liberadas por la fiscalía de Miami, forman parte del expediente judicial del caso, aunque contienen material altamente sensible.
El crimen, ocurrido el 3 de octubre de 2024, continúa bajo investigación. El único acusado, Damián Valdés Galloso, permanece en prisión a la espera de su juicio, programado para el 8 de diciembre. Según el informe policial, El Taiger fue hallado dentro de un vehículo con una herida de bala en la cabeza y trasladado al Jackson Memorial Hospital, donde falleció días después.
Lo que encendió las redes, sin embargo, no fue solo la brutalidad del hecho, sino la decisión de divulgar las imágenes del cuerpo y de la vivienda donde presuntamente ocurrió el asesinato. “Me da una inmensa tristeza ver cómo la fiscalía sigue sacando estas cosas”, escribió en Instagram Teresa Padrón, exbooking-manager del artista, quien ya había advertido sobre la inminente publicación de fotografías “muy delicadas”.
La reacción del público fue inmediata. Miles de usuarios exigieron retirar el contenido en señal de respeto, especialmente por los cuatro hijos menores del cantante. Uno de los llamados más comentados fue el del músico Yulien Oviedo, quien escribió en redes:
“Hermano mío, los hijos de José ven tus publicaciones, hazlo por los niños, tumba esta imagen. No te hace falta, tienes buen contenido. No lo hagas por mí, hazlo por sus hijos”.
Las imágenes revelan el interior de la vivienda en Hialeah donde residía el acusado. En ellas se aprecian toallas, productos de limpieza, prendas en una lavadora y un cubo de trapear, elementos que los investigadores interpretan como intentos de eliminar evidencias.
El expediente judicial incluye también videos de vigilancia que muestran la llegada de El Taiger al lugar. Según la fiscalía, el artista y Valdés Galloso habrían discutido antes de que este último le disparara. Los agentes hallaron una cámara Ring desconectada, sangre en el maletero del vehículo y varios objetos confiscados: joyas, un cuchillo, una navaja y galones de combustible.
Durante la investigación también se registró el motel donde El Taiger residía temporalmente, donde se encontraron drogas, joyas, restos de comida y servilletas con manchas de sangre. Asimismo, se recuperó un arma de fuego registrada a nombre del artista, aunque las autoridades aclararon que no está vinculada al asesinato.
En declaraciones recientes, Teresa Padrón manifestó su frustración por la lentitud del proceso judicial:
“No están haciendo entrevistas con los testigos, no veo preparación para el juicio. Creo que lo van a seguir alargando, pero espero que pronto se arregle y empiece”, expresó.
Padrón teme incluso que la defensa busque un acuerdo con la fiscalía que reduzca la condena de Valdés Galloso, quien, de ser hallado culpable, podría enfrentar cadena perpetua.
A un año del crimen, el caso sigue sacudiendo a la comunidad cubana dentro y fuera de Miami. Más allá del dolor por la pérdida del artista, la publicación de las imágenes ha abierto un debate ético sobre los límites entre el derecho a informar y el respeto a la dignidad humana. En tiempos donde la morbosidad digital parece imponerse, muchos reclaman que se recuerde a El Taiger por su legado musical, no por la violencia de su final.
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