En una escalada sin precedentes en Medio Oriente, Israel lanzó en la madrugada de este viernes un ataque aéreo preventivo contra Irán, desencadenando explosiones en varios puntos de la capital, Teherán, y provocando una alerta máxima tanto en territorio israelí como a nivel internacional.
La operación, denominada “Nación de Leones”, fue anunciada por el Ministerio de Defensa israelí, que confirmó haber atacado múltiples objetivos estratégicos en Irán, incluyendo instalaciones relacionadas con el programa nuclear y bases militares. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) alegan que la república islámica cuenta con suficiente uranio enriquecido para fabricar varias bombas en cuestión de días, y calificaron el ataque como una acción necesaria frente a una “amenaza inminente”.
Ciudadanos en Teherán relataron haberse despertado por potentes explosiones. La televisión estatal iraní reconoció los estallidos, aunque no ofreció detalles sobre los posibles daños o víctimas. Medios locales y agencias internacionales, como Reuters, reportaron explosiones en la zona noreste de la capital iraní.
Mientras tanto, en Israel, el ministro de Defensa, Israel Katz, declaró una “situación de emergencia especial” en todo el país. El Mando del Frente Interior anunció la suspensión inmediata de todas las actividades educativas, así como el cierre de espacios laborales no esenciales. También se emitieron advertencias sobre un posible “ataque significativo desde el este” en las próximas horas, con misiles pesados capaces de impactar en cualquier parte del país.
“Tras el ataque preventivo del Estado de Israel contra Irán, se espera un ataque con misiles y drones contra el Estado de Israel y su población civil en el futuro inmediato”, advirtió el Ministerio de Defensa en un comunicado. Sirenas de emergencia fueron activadas como medida preventiva, mientras las fuerzas armadas llaman a la población a seguir estrictamente las directrices emitidas por los canales oficiales de seguridad.
El primer ministro Benjamin Netanyahu convocó de inmediato a su gabinete de seguridad para evaluar la situación y coordinar la respuesta ante posibles represalias iraníes.
Por su parte, el presidente estadounidense Donald Trump se encontraba en el jardín de la Casa Blanca con miembros del Congreso en el momento en que comenzaron las explosiones en Teherán. Aún no está claro si había sido informado de la operación antes del anuncio público.
El impacto del ataque también se reflejó en los mercados: el precio del crudo Brent subió más de un 2% tras conocerse la ofensiva, en señal de preocupación global ante un eventual conflicto militar de mayor escala.
Fuente: AFP y AP
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