El béisbol cubano continúa mostrando su valor en el ámbito internacional, especialmente gracias a la proyección de sus jugadores en ligas extranjeras. La empresa estatal Cubadeportes, en colaboración con la Federación Cubana de Béisbol (FCB), ha concretado acuerdos importantes con equipos de la liga profesional japonesa lo que ha abierto una fuente significativa de ingresos para el país y ha permitido a los peloteros mejorar su formación competitiva y realidad económica.
Entre los atletas contratados destacan Raidel Martínez, Liván Moinelo y Ariel Martínez. En el caso del lanzador pinareño Raidel Martínez, su contrato con los Yomiuri Giants alcanzó los 32,5 millones de dólares por cuatro temporadas, lo que garantiza al Estado cubano un ingreso de más de 6,5 millones en total, considerando el 20% que corresponde a la federación.
Otro vueltabajero, el zurdo pinareño Liván Moinelo renovó su contrato con Soft Bank Hawks hasta 2028, con un monto total de 26,4 millones de dólares, de los cuales la FCB recibe alrededor de 1,32 millones por temporada.
En menor escala, el matancero Ariel Martínez, que juega para los Nippon Ham Fighters, percibirá un total de 8 millones por cuatro años, con 400.000 dólares destinados a la institución cubana cada temporada.
Además de estos contratos principales, otros talentos cubanos han recibido oportunidades en Japón. Christian Rodríguez obtuvo un bono de bienvenida de 180.000 dólares, mientras que Darío Sarduy comenzó su experiencia con un incentivo de 100.000. La presencia de entrenadores cubanos, como Omar Linares en el Chunichi Dragons, ha favorecido la integración de los peloteros y el desarrollo técnico de los equipos.
No obstante, los éxitos en Japón no han detenido la migración de jugadores hacia las ligas de Estados Unidos. Durante el período de firmas internacionales 2024-2025, 39 peloteros cubanos que abandonaron Ia Isla lograron contratos con filiales de equipos de las Grandes Ligas, incluyendo nombres como Roberto Peña (New York Mets), Osniel Castillo (Chicago White Sox) y Diego Tornés (Atlanta Braves), quien a sus 16 años firmó por 2,5 millones de dólares. Otros talentos como Kevin Álvarez y Alejandro Cruz también se integran a organizaciones de alto nivel, consolidando la reputación de Cuba como semillero de béisbol.
Según el presidente de la FCB Juan Reinaldo Pérez, los contratos de peloteros cubanos en Japón son estratégicos no solo por los ingresos que generan, sino también por la oportunidad de elevar la calidad del béisbol nacional, ya que los jugadores adquieren experiencia en ligas de primer nivel, beneficiando tanto a la Serie Nacional como a las categorías inferiores del país.
La combinación de logros económicos y deportivos posiciona al béisbol cubano como un actor relevante en el mercado internacional. Factor a analizar sería averiguar verdaderamente cuándo juegan esos peloteros en sus equipos provinciales y el saldo positivo que aportan cuando visten las Cuatro Letras.
Fuente: 14 y Medio
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