Este miércoles 18 de diciembre, la profesora e intelectual cubana Alina Bárbara López Hernández volverá a presentarse en el Parque de la Libertad de la ciudad de Matanzas, para ejercer su derecho constitucional a la manifestación pacífica, como lo ha hecho de manera sostenida desde marzo de 2023.
Entre las 9 y las 10 de la mañana, López Hernández debe cumplir nuevamente con esta acción cívica que se ha convertido en un gesto simbólico de resistencia ciudadana frente al poder político en Cuba. Su presencia mensual, cada día 18, representa una forma de protesta no violenta y un reclamo constante de derechos civiles, políticos y sociales negados durante décadas a la mayoría de la población.
En un mensaje previo, la profesora denunció que la élite política cubana construyó desde los inicios del proceso revolucionario mecanismos de control, exclusión y subordinación, relegando a la ciudadanía a un papel pasivo, obediente y sin participación real en la toma de decisiones. Sin embargo, subrayó que ese escenario ha comenzado a cambiar gracias al despertar de una sociedad civil transnacional, dentro y fuera de la Isla, decidida a plantar cara al poder despótico.
La acción de este 18 adquiere un significado especial al coincidir con el Día Internacional del Migrante, proclamado por la Asamblea General de la ONU en el año 2000. López Hernández recordó que Cuba atraviesa uno de los mayores éxodos de su historia reciente, con miles de ciudadanos abandonando el país ante la falta de oportunidades, libertades y expectativas de futuro.
“El país se desangra”, ha insistido la académica, aludiendo a familias separadas, comunidades fragmentadas y generaciones jóvenes que ven en la emigración la única salida posible. En ese contexto, llamó a evitar que la migración continúe siendo la única respuesta a la crisis estructural del país y exhortó a la ciudadanía a convertirse en un factor de cambio desde dentro.
Como en ocasiones anteriores, la profesora también exigió la libertad de todos los presos políticos en Cuba, reiterando que ningún proyecto de nación puede sostenerse sobre la represión, el miedo y la criminalización del pensamiento crítico.
La presencia de Alina Bárbara López esta mañana en el Parque de la Libertad reafirma que, pese a la vigilancia, la intimidación y las consecuencias personales, el derecho a manifestarse sigue siendo un acto legítimo y necesario en la lucha por una Cuba más justa y libre.
Del perfil de Luisa Florez
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